El pasado sábado, se vivió una jornada especial en el marco del Diploma en Organizaciones. No fue un sábado cualquiera: se trató del último encuentro presencial antes del cierre que será en régimen de convivencia el primer fin de semana de octubre, lo que generó en el grupo una sensación de pseudo-cierre y abrió un espacio de balance sobre el camino recorrido.
Emoción y balance
La jornada estuvo marcada por la mezcla de emociones, el Diploma viene siendo mucho más que un espacio académico, se ha convertido en un lugar de transformación personal, donde cada participante pudo mirarse a sí mismo en relación con las organizaciones que integra.
Preparación de los trabajos finales
También se avanzó en el seguimiento de los trabajos finales, que cada grupo presentará como síntesis de su recorrido formativo. Estos trabajos integran teoría, experiencia y vivencias personales. Una de las consignas centrales consiste en integrar un apartado con el sentir colectivo e individual durante el proceso, vinculando los aprendizajes académicos con la experiencia subjetiva de cada estudiante.
Nuevas preguntas desde la inteligencia artificial
El miércoles se abrió la unidad sobre inteligencia artificial, que generó un clima profundo de consciencia y reflexión. Más allá de las definiciones académicas, surgieron interrogantes que las trascienden:
- ¿Debemos regular la IA?
- ¿Qué puede pasar con la educación y el trabajo en este nuevo escenario?
- ¿Qué me pasa a mí frente a la tecnología y al cambio?
- ¿Desde dónde me paro cuando lo nuevo me sacude?
- ¿La IA está al servicio del ser humano o nos convertimos en servidores de la máquina?
- ¿Cómo garantizamos transparencia?
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¿Qué valores queremos preservar en un mundo gobernado por algoritmos?
Con dos clases online por delante y la convivencia final en octubre, el grupo se prepara para cerrar un proceso que dejará huellas tanto en lo profesional como en lo personal.
El camino del Diploma nos recuerda que el verdadero aprendizaje no termina en las aulas: comienza cuando nos dejamos transformar por las preguntas que nos atraviesan y por los vínculos que nos sostienen.