Adolescentes hoy: una nueva edición de Escucharme para Escuchar

El lunes 17 de noviembre realizamos una nueva edición del ciclo Escucharme para Escuchar, titulada “Adolescentes hoy”, guiada por las Lics. Psic. Karina López Vidal y Eliana Noceti, en modalidad híbrida. Madres, padres, docentes y referentes afectivos transitamos este espacio dedicado a comprender los desafíos actuales de la adolescencia y el impacto que generan en quienes acompañamos.

A lo largo del encuentro recorrimos juntos una etapa tan desafiante como vital. La adolescencia apareció como un tiempo amplio, complejo, atravesado por cambios biológicos, sociales y emocionales. Nos detuvimos a mirarla sin una visión adultocéntrica, reconociendo cómo muchas tensiones nacen de nuestras propias expectativas y no necesariamente de las necesidades reales de quienes están creciendo.

También conversamos sobre el duelo adulto frente al niño que ya no es, y sobre la importancia de aceptar que los adolescentes empiezan a definir sus gustos, límites y modos de ser. Hablamos de autonomía progresiva, de poner límites con sentido y de la relevancia de la calidad del tiempo compartido en una vida cotidiana marcada por pantallas y demandas.

La escucha se presentó como uno de los actos más profundos de amor y presencia: escuchar incluso lo que incomoda, preguntar sin juzgar y habilitar que el adolescente pueda pensar y decidir por sí mismo. En ese camino, el diálogo estratégico -basado en preguntas abiertas y genuinas- se mostró como una herramienta clave para favorecer el vínculo y no responder desde el miedo.

En la parte vivencial del encuentro nos dimos un espacio para volver al adolescente que fuimos, conectar con sus emociones, miedos y necesidades, y desde allí comprender mejor a los adolescentes de hoy. Este ejercicio reforzó la empatía y el valor de la presencia adulta como sostén.

Cerramos la actividad con la lectura de “La carta que tu adolescente no puede escribirte”, de Gretchen Smeltzer, un texto que resonó profundamente al poner en palabras la tensión, el amor y la necesidad de sostén que atraviesa esta etapa.

“Adolescentes hoy” reafirmó el espíritu del ciclo: detenernos, escucharnos y seguir haciéndonos preguntas para construir vínculos más humanos y conscientes entre adolescentes y adultos.

 

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