Workshop de Constelaciones Familiares 2025: una cita que nos devuelve al centro

Durante el fin de semana del 18 y 19 de octubre, volvimos a encontrarnos para vivir una nueva edición del Workshop de Constelaciones Familiares con el Dr. Miguel Schiavo, Director de Constelaciones Argentina, bajo el título “Reconciliación: volver a unir lo que está separado”. Lo acompañó Néstor Brumer, Director también de CA.

Como cada año, este encuentro fue mucho más que un taller de constelaciones: fue una experiencia profunda de humanidad compartida, de mirada interior y de vínculo con los otros.

“Gracias por esta cita anual que me devuelve al centro, me reconecta con lo que hace bien. Este workshop lo sentí más desde el corazón y menos desde la cabeza. Gracias por recordarme el poder de la humildad y el respeto, por mis ancestros, por mí, por los otros con quienes comparto la vida.”

 

Crónica de un fin de semana de reconciliación

Rompimos el hielo riendo, charlando, preguntando, explicando a los compañeros del grupo que nunca habían hecho una constelación.

Durante el sábado, Miguel nos invitó a tomar conciencia de aquello que está roto en nosotros, de las partes que en algún momento de la vida se fueron resquebrajando. Utilizó la metáfora de una hoja hecha pedazos, que alguien del grupo repararía al día siguiente inspirados en el arte japonés del kintsugi, donde las grietas se restauran con oro como símbolo de que lo imperfecto puede transformarse en algo aún más bello y pleno. Y así fue, Agustina compartió con todos un hermoso trabajo creado con esos fragmentos.

Durante ambos días, nos acompañó una instalación de Laura Castell, dedicada a Miguel y a Edhuca, compuesta por una espiral y otras piezas de cerámica que evocaban, en silencio, múltiples sentidos. Su presencia centinela recordó a algunos los ciclos del aprendizaje y el movimiento interno de la vida, invitó a muchos a recordar que, a veces, sentimos que giramos en círculos, hasta que comprendemos que ese círculo es, en realidad, una espiral que nos eleva a un nuevo nivel de consciencia.

También recibimos una obra del artista Daniel Iturrarte, que completó un fin de semana donde el arte fue parte esencial del proceso: lo roto se volvió creación, y la reconciliación se hizo visible en las formas, los colores y los gestos.

Algunas palabras que quedaron resonando

Entre constelaciones, ejercicios y relatos, Miguel compartió pensamientos que dejaron huella:

“Solo queremos tener razón.”
“Me quedé esperando que el árbol de manzanas me diera peras.”
“La constelación no es un procedimiento terapéutico, es una radiografía.”
“Los seres humanos corremos hacia las tragedias porque nos ayudan a madurar y crecer. Sin conflicto no aprendemos nada.”
“Mientras sigo pensando que hay buenos y malos, la guerra sigue dentro de mí.”
“El vacío es necesario para hacer lugar a lo nuevo. Si estoy lleno, no entra nada, no necesito nada.”
“Para reconciliarme es importante que pueda mirarme y mirar.”
“Respetar lo que todavía no se puede está bien. La palabra «todavía» trae esperanza.”
“Si sentimos que no recibimos reconocimiento, la primer pregunta sería a quién no di reconocimiento”.
“No se trata de pedir perdón, ni de dar el perdón, nada tiene que darse ni pedirse, solo se trata de decir lo siento.”

Cada concepto, cada frase, era una danza entre constelaciones y abría un espacio de reflexión y una puerta hacia lo esencial: la reconciliación no es un acto de razón, sino un gesto del alma.

Gracias a todos los que fueron parte de esta cita anual con la profundidad, la humildad y la vida.
Nos reencontramos el próximo año, en este espacio donde aprender y sanar se vuelven un mismo movimiento.

Edhuca – Escuela de Desarrollo Humano Casagrande

“La guerra o la paz que habita en mí es la guerra o la paz que veo afuera.” Miguel

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