De la semilla a la siembra
El sentido que dio origen a Edhuca
Todo comenzó en 2009, mientras trabajábamos en la organización del XII Congreso Internacional de Gestalt. Bajo el lema «Umbral de la Unidad», fue allí donde confluyeron nuestros caminos como directores. Veníamos de recorridos diversos dentro del enfoque humanista, pero compartíamos una inquietud profunda: la necesidad de expandir el bienestar y el desarrollo humano más allá del espacio individual de la consulta.
Intuíamos que algo más era posible. Que la transformación personal podía convertirse también en una fuerza colectiva. Fue entonces cuando el Counseling se reveló ante nosotros, no solo como una disciplina, sino como una forma de estar en el mundo. Un modo de acompañar procesos desde el vínculo humano, con herramientas que invitan a escuchar, integrar y transformar. Una práctica con potencia individual, educativa, social y comunitaria.
Desde Casagrande -donde el Counseling venía sembrándose desde 2006, junto a otros caminos de desarrollo humano- comenzamos a entretejer esta visión compartida. Lo que al principio fue intuición se fue volviendo proyecto, comunidad, escuela.
Así nació Edhuca: del deseo profundo de formar personas capaces de acompañar a otras, de crear espacios de bienestar, de tejer vínculos transformadores. Una escuela donde el conocimiento se encarna, donde aprender también es sanar, y donde la transformación nace en lo interior, pero no se queda ahí.
Hoy, sentimos que Edhuca dejó de ser “nuestra” para convertirse en parte de algo mayor. Una comunidad viva donde cada persona que llega también deja huella. Una escuela que ya no se explica solo por quienes la soñaron, sino por quienes la habitan, la expanden y la resignifican día a día.
Silvia, Juan Pablo y Hugo