Mirar de frente una realidad que fue silenciada
El 17 de julio es una fecha para detenernos y mirar de frente una de las realidades más dolorosas de nuestra sociedad: el suicidio.
¿Quiénes son los más vulnerables?
Uruguay sigue teniendo una tasa alta de suicidio y los datos golpean con más fuerza en la franja adolescente (especialmente de 12 a 19 años, mayormente varones) y en los adultos mayores de 75 años. El suicidio es la principal causa de muerte en adolescentes uruguayos de 15 a 19 años.
Un fenómeno multicausal
Entre los factores de riesgo más frecuentes se encuentran la depresión, la ansiedad, el uso problemático de sustancias (legales e ilegales), las experiencias de violencia y abuso, el bullying, el aislamiento social y la desvinculación educativa. En los adolescentes, estos factores se potencian con los cambios propios de la etapa vital, la presión social, el impacto de las redes y, muchas veces, la dificultad para hablar del sufrimiento emocional. La pandemia dejó grandes secuelas por el aislamiento. Las curvas de edad se han desplazado: hoy no solo preocupa la adolescencia, sino que las conductas autolesivas y suicidas aparecen a edades cada vez más tempranas, incluso en la escuela primaria.
En los adultos mayores, se suman el aislamiento, las pérdidas afectivas, las enfermedades crónicas y la sensación de inutilidad o carga. En ambos extremos de la vida, la soledad y la falta de espacios de escucha y contención agravan la vulnerabilidad.
El sistema de salud y la prevención comunitaria
Muchos adolescentes consultaron por problemas de salud física o en controles de rutina meses antes del suicidio, sin que el riesgo fuese detectado. La mitad tenía diagnóstico de sufrimiento mental y solo dos tercios accedieron efectivamente a tratamiento.
Por eso, la prevención nos implica a todos: familias, educadores, amigos, comunidades, medios y cada uno de nosotros. Es clave animarse a preguntar y escuchar, sin juicio, lo que el otro tiene para decir.
¿Qué señales nos pueden alertar?
Cambios bruscos en el ánimo, retraimiento, aislamiento social, frases de desesperanza (“no le encuentro sentido a nada”), regalar objetos preciados, despedidas, descuido del aspecto personal, autolesiones… Si notás algo de esto en alguien cercano, no minimices. Preguntar y estar disponible puede salvar una vida.
Escucha activa, empatía y red
Desde Edhuca y nuestra comunidad de Counseling, reforzamos a diario la importancia de una escucha activa, empática y sin juicio. Aprender a escuchar, a aceptar y respetar.
El suicidio es un gran problema, pero estamos a tiempo, en cada entorno cotidiano, de practicar esta presencia auténtica y humana. Nadie debería cargar con el sufrimiento en soledad. No siempre podemos solos. A veces, necesitamos pedir ayuda.
También cuidemos a quienes cuidan
Acompañar a alguien en sufrimiento es movilizador. Si estás sosteniendo a alguien o has perdido a una persona, buscá también espacios de apoyo para vos. Cuidarnos entre todos también incluye cuidar a quienes cuidan.
Si necesitás acompañamiento
La línea gratuita y confidencial Línea Vida 0800 0767 está disponible para todo el país, las 24 horas.
Pedir ayuda es un acto de coraje, no de debilidad. Generemos red, hablemos, habilitemos espacios para la palabra y el cuidado. La prevención del suicidio es una responsabilidad colectiva.
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Escuchar sin juicio es un acto profundo de presencia. No hace falta tener respuestas, ni soluciones, ni opiniones. Muchas veces, lo más valioso que podemos ofrecer es simplemente estar, con el corazón abierto, sosteniendo el silencio y el dolor del otro.
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